Para los aperitivos, no es necesario gastar mucho dinero en jamón de cerdo ibérico de bellota, percebes o caviar. Existen otros platos mucho más humildes que cumplirán la misma función y conseguirán alegrar nuestras mesas y hacen felices a los nuestros.
1. Las tradicionales croquetas
Ya sean de carne picada, de pescado, de pollo y jamón o de setas, puerro o calamares en su tinta, cualquier receta de croquetas caseras será probablemente lo primero que desaparecerá de la mesa.
2. Almejas, coquinas, mejillones o navajas
Los bivalvos suben de precio en esta época, pero los tenemos desde precios económicos como los versátiles mejillones a más caros como las navajas, las coquinas o las almejas. Si podéis permitiroslo, os recomiendo unas almejas a la marinera o unas navajas bien limpias al ajillo.
3. Los gambones son una buena alternativa
Las gambas, cigalas y langostinos, suben mucho de precio en las fechas señaladas. Una buena opción es comprar productos congelados antes de la subida o optar por alternativas más económicas como los gambones con los que podéis hacer aperitivos fáciles como estos gambones con salsa de ostras.
4. Los dips son baratos, cunden mucho y gustan a todos
Triturar una tarrina de queso crema con una lata de mejillones, con una cuña de queso azul o preparar un dip de sopa de cebolla con queso es muy sencillo y barato, y es ideal para comenzar una cena familiar picando y compartiendo
5. Los hojaldres caseros en formato pincho son perfectos para ahorrar
6. Aperitivos en formato divertido
Unos vasitos con una crema de queso, unas endivias con roquefort bien colocadas, unas tablas con embutidos dispuestos con gracia, un clásico guacamole servido en el molcajete o mortero o unas zamburiñas rellenas gratinadas en el horno son perfectos para comer en familia, compartiendo mesa en las fiestas y sin gastar mucho dinero.
7. Las tostas caseras son nuestras aliadas**
Si durante el verano hicisteis los deberes, es posible que tengáis embotados algunas conservas de bonito del norte, de tomate frito casero y quizás algunas piparras, pimientos y otros productos de temporada. Con ellos podéis organizar aperitivos estupendos, haciendo tostas y otras preparaciones similares, que serán muchísimo más económicas que si usáis las latas de conserva y productos comerciales.
Para los entrantes, mi sugerencia en general es optar por chupitos o vasitos de crema, caldos o versiones mini de platos de cuchara. Son económicos, son cómodos porque se pueden tener listos con antelación y a todos reconforta un entrante calentito en tamaño pequeño.
1. Crema de verduras
Cualquier crema de verduras casera, ya sea de calabacín, puerro y almendra, mezcla de restos de la despensa o la clásica de zanahoria y calabaza resulta perfecta como entrante en las cenas navideñas.
2. Legumbres mini
Hacer una cacerola de lentejas caseras, unos garbanzos con espinacas, una fabada asturiana o un cocido madrileño y servir a cada comensal una mini ración en formato individual con cuatro o cinco cucharadas, es un entrante que siempre cae bien. No os de apuro y probad a servirlo este año. Os sorprenderá como uno de los platos más valorados.
3. Caldo de Navidad
El caldo de Navidad puede servir también como entrante. Ya sea un clásico caldo de Navidad o una adaptación de otros caldos o sopas como la sopa de pescado y marisco, resultan perfectos para comenzar el menú con unas cucharadas calientes. Os recomiendo utilizar platos pequeños o cuencos para que todos lleguen hasta el final de la comida sin llenarse.
4. Consomé navideño
5. Sopa castellana con jamón
6. Verduras, salteados y sartenadas
7. Cremas de marisco
Aunque a lo mejor la crema de carabineros se nos escape de presupuesto, también podemos disfrutar de una crema de marisco, utilizando productos más económicos. Así podemos estar sirviendo una crema o bisqué de langostinos o mi preferida, la crema de nécoras, un clásico que siempre queda riquísimo.
Los platos principales no tienen por qué confeccionarse con los elementos más caros de la pescadería o la carnicería.
1. La corvina es un pescado blanco muy interesante
En lugar de buscar la mejor merluza de pincho, pescada en Burela y con un precio altísimo, una solución más económica es recurrir a otros pescados blancos llenos de sabor y procedentes de la acuicultura. Así conseguimos precios más bajos sin renunciar a la calidad. La corvina con costra de mayonesa y vinagreta escondida es una de mis recetas clásicas en Navidad.
2. Hay carnes más baratas que el solomillo o el lomo alto
El solomillo de ternera o el lomo alto son uno de los manjares tradicionales en Navidad pero hay alternativas mucho más baratas eligiendo otros cortes más económicos para trabajar con ellos, como el redondo, la espaldilla, la llana o la tapilla, que podemos cocinar en el horno con muy buen resultado.
3. Los nuevos cortes del cordero, una interesante opción
La paletilla de cordero lechal es un artículo cuyo precio se dispara en esta época del año. Sin embargo, con la pierna o con los carrés que suelen estar a mejor precio podemos preparar otras recetas excelentes para las celebraciones navideñas.
4. Alternativas al besugo
El pargo, el abadejo o el besugo blanco son alternativas mucho más económicas que el besugo rojo cuyo precio lo hace casi prohibitivo en las fiestas navideñas. Es el momento de probar otros pescados, de dejarse recomendar por el pescadero y atreverse a cambiar.
5. Las pollerías están llenas de opciones interesantes
Además del pavo, la pularda o los pichones, las buenas pollerías en los mercados de abastos tienen muchos productos con los que sorprenderemos a la familia sin gastar mucho. Dejaos aconsejar por los profesionales y deleitar a los vuestros con picantones, codornices, pollos y pavitas.
6. La aleta rellena es un principal económico y perfecto para compartir
Un plato típico de la Navidad y muy celebrado en muchas casas es el de la aleta de ternera rellena, ilustrada con jamón, huevo cocido y embutidos. Es un plato humilde y barato, cuyo sabor es muy celebrado por todas las familias, y con una salsa que sabe a lo que tiene que saber una receta casera.
7. El pollo asado, ideal para toda la familia
Hay tantas formas de preparar un pollo asado, sea relleno o sea sin rellenar, que siempre es una buena opción para compartir en familia.